martes, 17 de julio de 2012

Herrán-Quintanilla-Valderejo-Purón

Ruta en bici de montaña por el valle de Tobalina y Valderejo. Transcurre básicamente por pistas rotas aunque también hay algo de sendero y carretera. Los paisajes son lo mejor de la excursión.



  • Fecha: 16 de julio de 2012
  • Situación: Burgos y Alava.
  • Punto de partida: Herrán (Burgos).
  • Distancia: 39 km.
  • Tiempo: Cuatro horas.
  • Desnivel acumulado: 1.311 m.
  • Dificultad física: Alta.
  • Dificultad técnica: Media, salvo el tramo del río Purón con algunos pasos muy diíiciles.
  • Ciclabilidad: Unas cuantas rampas cortas pero muy pendientes y de piedra suelta. Pasos complicados en el río Purón.


Parte de la ruta transcurre por el Parque Natural de Valderejo. La normativa del Parque permite el paso en bicicletas pero con algunas restricciones, especialmente en ceder el paso a los senderistas. Conviene ser estrictos en este tema sobre todo en el desfiladero del Purón, ya que hace años se llegó a prohibir la práctica del BTT en Valderejo. Si es posible es mejor realizar la ruta en día laborable ya que en un festivo con buen tiempo te puedes cruzar con cien senderistas en los apenas dos kilómetros del desfiladero.

Después de esta advertencia paso a describir la ruta, que transcurre por parajes realmente bonitos. El tipo de terreno que nos encontraremos, es en su mayoría "pista rota" es decir, pista con mucha piedra y surcos. Pero también hay tres kilómetros de carretera y unos dos kilómetros de senda con tres o cuatro pasos que solo los mas expertos podrán hacer montados.

Salimos de Herrán, precioso pueblo situado en la entrada del desfiladero del Purón, pero la ruta lo deja para el final . Los primeros diez kilómetros transcurren por pistas que pasan por diversos pueblos hasta que se llega a Quintanilla-Montecabezas. Ahora la ruta, que sigue un trecho del GR-85, se introduce en la sierra iniciando un corto pero duro ascenso a Peña Blanca. Desde el alto tenenmos una buena vista del Valle de Tobalina.



Descendemos por pista rota a El Juncal, bonito valle situado en una zona agreste y aislada.


Mas adelante nos encontraremos con un repecho duro y con piedra suelta dificilmente ciclable, pero enseguida se desciende a lo que ya es el valle de Losa. Hay una bonita vista de San Pantaleón y su espectacular ermita situada en lo alto de la peña. Si no habéis estado nunca y tenéis tiempo suficiente merece la pena su visita. 


El descenso nos lleva a la carretera y seguimos por ella para ascender al puerto de la Horca. En el alto entramos en territorio alavés. Un letrero nos advierte de la presencia de mastines que cuidan los rebaños de ovejas. Yo me encontré con uno un poco más arriba pero no se inmutó con mi presencia. Estos perros no nos crearán problemas si no molestamos a las ovejas. Yo he tenido muchos encuentros con mastines, a veces en circustancias tensas, recuerdo una vez por la zona de Neila que al bajar por una senda me crucé con el rebaño que ascendía y a los perros no les gustó que yo pasara por el medio, pero despacito y sin mirarles a la cara lo único que hicieron fue ladrarme. Otra vez fue peor, bajando muy rápido por la Sierra de Urbión al doblar una curva me topé con el rebaño que descansaba en una sombra, frené bruscamente y las ovejas corrieron asustadas. Los perros salieron a por mi con cara de cabreo, yo continué sin bajarme de la bici pero a menos de 5 km/h y sin pedalear, por suerte solo hubo ladridos. 

Después del puerto nos espera un ascenso no muy largo pero con algunas rampas muy duras y con piedra suelta, lo que dificulta la ciclabilidad. Finalmente se abandona la pista para alcanzar campo a través la cima del monte Recuenco, con vértice geodésico y buzón. 


Se regresa a la pista que continúa mas o menos próxima al cortado. Hay que tener cuidado y no equivocarse en un desvío tomando una pista que baja prematuramente al valle. Recuenco y el Portillo Lerón van quedando atrás.


Poco después se alcanza la ermita de San Lorenzo.



Desde la ermita hay buenas vistas del valle, en la foto se ve Lalastra y al fondo Peña Karria:


Desde la ermita tenía dos opciones, la primera era bajar por una senda técnica no muy difícil a Villamardones, para continuar luego por pista a Lalastra y seguir luego por el camino a Ribera. Es una opción interesante pero como ya la conocía decidí probar a bajar directamente a Ribera por un camino que vi en el mapa. Esperaba una senda, quizá una trialera...., pero resultó ser una pista. La única ventaja es que me llevó rápidamente a Ribera, no obstante a los que les gusten las sendas les recomiendo mejor la bajada a Villamardones. 

Ribera es un pueblo abandonado de aspecto fantasmal, aún conserva en pie la iglesia:


Ahora me dirijo hacia el desfiladero del Purón.


El desfiladero es realmente espectacular, la senda incluye tres o cuatro pasos de alta dificultad, pero el resto es mas asequible y además apenas llega a los dos kilómetros.


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